San Jorge y el dragón

Os voy a contar la leyenda de San Jorge y el dragón.

Cuenta la leyenda que la ciudad de Silca (en la provincia de Libia), vivía aterrorizada por un gran dragón que asustaba a todos y causaba daños entre la población y los animales.

Para tranquilizarlo, los habitantes del pueblo acordaron dar al dragón una persona en sacrificio y para ello, todos los días, se realizaba un sorteo en el que salía elegida la persona que debía ser entregada al dragón.

Uno de esos días la mala suerte le tocó a la hija del rey. Era una mujer joven y bella muy admirada por los habitantes del pueblo, en especial por su padre quien se resistía a entregarla en sacrificio. Al ver el sufrimiento del rey muchos ciudadanos se ofrecieron para reemplazar a la princesa, pero el rey se negaba a que otros tuvieran que pagar por la suerte de su hija. Además, él era consciente de que su hija formaba parte del pueblo y por tanto debía seguir las normas que hasta el momento se habían pactado.

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La princesa abandonó la ciudad. Caminando sin prisa en dirección hacia el gran dragón, se detenía algunos instantes para mirar hacia su pueblo con gran tristeza y resignación. De pronto, cuando menos lo esperaba, apareció un joven caballero con armadura montado sobre un caballo blanco. Al verlo, la princesa le informó de los peligros que podía sufrir estando en ese lugar, pero el caballero se negó a abandonarla y le dijo que él estaba allí para salvarla a ella y a todos los habitantes del pueblo.

Este caballero llamado Jorge, se enfrentó al dragón tan pronto como este apareció. Libraron una gran batalla hasta que el caballero le incrustó una gran lanza al dragón en el pecho. De la sangre que derramó el dragón nació un hermoso rosal que Jorge entregó a la princesa después de haber ganado la batalla.

Así nace  la tradición de que, el día 23 de abril, día de San  Jorge, todos los enamorados le regalen una rosa a sus novias.

Soportes para escribir

Actualmente escribimos sobre papel, pero no siempre ha sido así. Hacemos un viaje a través del tiempo:

Según los restos arqueológicos, los primeros escritos del año 3200 antes de Cristo proceden de Mesopotamia , que significa tierra entre dos ríos : Tigris y Eúfrates. Utilizaban unas tablillas de arcilla sobre la que escribían con unas cuñas ( escritura cuneiforme )

En Grecia y Roma, también se utilizaban estas tablillas y escribían con unos punzones que tenían una parte terminada en punta con la que escribían y otra punta redondeada que les servía para borrar lo que habían escrito.

Los chinos también las utilizaban para grabar los sellos con sus signos.

Los egipcios utilizaban las hojas de una planta que crecía a las orillas del Nilo, que eran los papiros.

A partir de los siglos III y IV se escribía principalmente en pergaminos que eran pieles de animales raspadas y curtidas. Se llaman así porque procedían de Pérgamo, una ciudad de la actual Turquía.

El papel lo inventaron los chinos y nos llegó a Europa a través de los árabes a finales del siglo VIII.

No hay que olvidar otros soportes para escribir como la piedra, el metal, la cerámica y por supuesto las paredes de las cuevas prehistóricas que los hombres utilizaban para pintar sobre todo escenas de caza y animales .